El cartucho de 8 pistas de audio es un dispositivo para la reproducción y grabación de sonidos, es una cinta magnética de 1/4 de pulgada (6,35 mm) de ancho, fue muy popular desde mediados de los años 60 hasta principios de los años 80. Creado en 1964 por un consorcio encabezado por Bill Lear de la Corporación Learjet, en unión con las empresas Ampex, Ford, Motorola y RCA Records.
La popularidad, tanto de los cartuchos de 4 pistas como los de 8, creció a partir del auge de la industria del automóvil. En septiembre de 1965, Ford Motor Company presentó reproductores de 8 pistas instalados en fábrica y por el concesionario como una opción en tres de sus modelos de 1966 (Mustang, Thunderbird y Lincoln) y RCA presentó 175 cartuchos de música pregrabada de sus artistas. Gracias al apoyo de Ford, el formato de ocho pistas rápidamente se impuso sobre el formato de cuatro. A pesar de sus problemas, el formato ganó popularidad constante debido a su conveniencia y portabilidad. Los reproductores para uso casero que fueron presentados en 1966 permitieron a los consumidores usar sus cintas en estos sistemas domésticos. Los reproductores de cartucho del tipo [boombox] también fueron populares.
A finales de los años 70 el cartucho de 8-pistas había disminuido considerablemente en popularidad, ya que el cassette creado por Philips en paralelo había ganado muchos seguidores por su tamaño, en latinoamérica el formato se había abandonado y era más popular el cassette. Aunque el formato de 8 pistas es, a menudo, considerado erróneamente como un fracaso hoy en día, en el momento de su lanzamiento fue un gran éxito, desde el punto de vista comercial.
Fue el primer formato verdaderamente portátil de música, llegando al mercado de masas y dando al público la posibilidad de llevar su música favorita en el automóvil, en la playa, o en cualquier otro lugar. Aún hoy, a más de 40 años de su debut, el cartucho de 8 pistas es un objeto de culto, entre ávidos coleccionistas.