Las Radiograbadoras

En 1963 la compañia Holandesa Philips lanzó al mercado los primeros reproductores y grabadores para cintas de cassete. Lo que quería conseguir con estos reproductores y grabadoras era sustituir el magnetófono, que no era portátil. Al comienzo no consiguió la popularidad que esperaban sino que tardó algo de tiempo, esto se debía principalmente a la reducción de tamaño de las cintas de cassete que al ser más pequeñas habían reducido
considerablemente la calidad. Hasta que no se solucionó ese problema y se mejoró la calidad de sonido, los reproductores y grabadoras de casete no tuvieron éxito.

El cassette compacto (como se llamó originalmente) fue patentado en 1964 por la compañia Philips, el radio cassete uno de los reproductores y grabadores más icónicos de las décadas de los 70, 80 y 90, supuso
una revolución dentro del mundo musical a gran escala, a mediados de la década del 70 tuvo su éxito, pero fue en los 80 sobre todo con la llegada de los reproductores portátiles: los walkman que los cassette y radios cassette fueron populares (radios boombox).

Las radios grabadores boombox son de dos o más altavoces, un amplificador, un sintonizador de radio y un componente de cassete. Todos estos elementos se alojan bajo una carcasa de plástico o de metal
con un mango. La mayoría de boomboxes se han alimentado siempre con baterías o con cables de CA o CC. A medida que el boombox vio incrementada su popularidad también aumentó su complejidad. A finales de la década de 1980, muchos boomboxes pasaron a incluir parlantes separados de alta y baja frecuencia y una segunda casetera para que el boombox grabase tanto desde la radio como desde otros cassetes pregrabados.

Con la llegada de los formatos digitales CD, DVD, Blueray, se dejaron de fabricar estos tipos de aparatos a gran escala, aunque hoy en día están volviendo a tomar cierta popularidad.